Guillermo Levine

PUF...

Curiosa lógica de quienes en forma simplona y automática equiparan al judaísmo nada menos que con el nazismo luego de ver las terribles imágenes de la actual respuesta israelí, sin detenerse siquiera a pensar que ésta sucede después de años (sí, años) de tolerar continuos ataques con cohetes lanzados desde la franja de Gaza hacia ciudades, granjas y pueblos israelíes fronterizos.Claro que resulta mucho más fácil y cómodo ignorar que el constante temor e inseguridad por los proyectiles mantiene a decenas de miles de ciudadanos de Israel en una permanente situación de alerta, pues sólo disponen de 20 segundos para correr a los refugios cuando suenan las alarmas antiaéreas instaladas en centenares de sitios a lo largo de la frontera sur y hasta varios kilómetros dentro del país.Y sí, las fotografías de algunas escuelas bombardeadas son espantosas, pero el orden y la secuencia inherentes a la lógica sirven para hacernos saber que eso sucedió mucho después, no antes, de que en repetidas ocasiones desde esas mismas escuelas y otros edificios se dispararan cientos de cohetes hacia sitios civiles israelíes, en donde desde hace años se han tenido que construir techos especiales de acero para proteger escuelas, paradas de autobuses, centros comunitarios y hospitales.Hasta el último momento las autoridades de Israel estuvieron pidiendo que Hamás cesara sus agresiones porque lo contrario obligaba a una acción militar. El Primer Ministro Ehud Olmert concedió reportajes a las redes de televisión en árabe para preguntar con una voz que era un ruego: "¿Por qué siguen disparando? Nosotros somos mucho más poderosos; el dolor y la muerte serán mucho mayores allí que aquí. Entonces, ¿por qué lo hacen? ¿Por qué nos obligan a emplear la violencia?''Un periodista argentino-israelí contesta: "Porque es la teoría de cuanto peor tanto mejor. Porque nada más noble que ofrendar vidas, sobre todo si son ajenas, en la guerra santa contra los infieles. Porque desde aquella siniestra época en la cual se puso como lema un increíble 'Viva la muerte' nunca hubo tal desprecio por la vida como el que manifiestan ideológicamente los fundamentalistas islámicos".En Gaza no hay ocupación ni asentamientos israelíes; es y ha sido zona árabe, aunque empobrecida por la política y por la guerra, y dependiente en grado extremo de los intercambios económicos y laborales con Israel. Sólo que ahora esa vital fuente de ingresos está suspendida, como resultado de la continua lluvia de cohetes y de la consecuente y muy posterior respuesta militar israelí. Viva la muerte.Todos pierden en este estúpido y sangriento estado de cosas, pero nada se aporta al entendimiento de la situación con la simpleza de exclamar "¡genocidio!" como si fuera la nueva palabra de moda, empleada tanto para "explicar" el 2 de octubre mexicano como la actual tragedia del Medio Oriente.