jueves, 15 de enero de 2009
Lic. Francisco López Villalobos
Estimado Lic. Leonardo Schwebel Esquivel: Mucho se ha hablado en los últimos días sobre la falta de presupuesto para el Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco, que solamente tienen recursos económicos para mantener el Instituto abierto durante diez meses, que no se les renovará contrato a 11 personas por la falta de presupuesto, que no podrán estar en la FIL para difundir el derecho de acceso a la información, que no se invertirá un solo peso en campañas de difusión del derecho a la información, que el ITEI no podrá hacer capacitaciones en el interior del Estado para que los funcionarios públicos puedan cumplir con lo que manda la Ley de Transparencia, e inclusive, que el ITEI tendrá que vender dos automóviles utilitarios, parte del patrimonio del Instituto, para poder hacerse de recursos económicos extras. Mucho se ha hablado ya al respecto, la sociedad ha mostrado su descontento por el trato que se le ha dado al Instituto de Transparencia, ha habido manifestaciones de apoyo por parte de la sociedad civil organizada, y también de la no organizada, los medios de comunicación han condenado la forma en la que se está asfixiando al ITEI por la vía del presupuesto. Mucho se ha hablado ya. Sin embargo, ¿que ha cambiado?…nada. ¿Ya le fueron otorgados más recursos al ITEI para que pueda trabajar con normalidad?...no. Una de dos: o los políticos encargados de tomar la decisión de aprobar una ampliación presupuestal al ITEI no dimensionan, o no comprenden la importancia de la política pública de transparencia gubernamental, o son muy perversos. El derecho de acceso a la información pública es un derecho fundamental, universal, consagrado en nuestra constitución, elevado a nivel de garantía individual. ¿Por qué? Porque tener acceso a la información nos permite hacernos llegar de los elementos que nos permitan tomar decisiones con mayor calidad y poder llevar a cabo nuestro plan de vida de manera digna. Sin información, estamos ciegos y no podemos ver hacia dónde tenemos que ir. Si yo quiero poner un negocio necesito información; si quiero tomar la decisión de comprar una casa o no, necesito información; si quiero saber si mi gobierno ha hecho un buen trabajo o no, necesito información. Si me niegan mi derecho a conocer la información pública, y no puedo tomar las decisiones para poder llevar a cabo mi plan de vida de manera digna, es equivalente a que me mantuvieran encerrado en un cuarto durante una semana, a que no me dejaran transitar libremente por las calles, o a que no me dejaran asociarme con quien yo quiera para hacer un negocio. Lo que estoy diciendo puede parecer un poco dramático, pero no lo es. Si el ITEI no tiene recursos para hacer campañas de difusión, se les está negando a los jaliscienses la posibilidad de saber que cuentan con un derecho fundamental, y si no lo conocen, no pueden ejercerlo. Si el ITEI no tiene recursos para ir al interior del Estado a capacitar a los funcionarios públicos sobre la Ley de Transparencia, se está obstaculizando la puesta en marcha de la política pública de transparencia. En otras palabras, se está frenando en seco el avance de la cultura de transparencia gubernamental. Hablemos claro, quien en este momento puede enmendar el desafortunado error del Congreso del Estado de no dar los recursos suficientes al ITEI para su operación normal, es el Gobernador del Estado, es él quien puede otorgar una ampliación presupuestal. A finales del mes pasado, el Gobernador declaró a los medios que iba a apoyar al ITEI con recursos económicos, que el Instituto de Transparencia solamente tenía que mandarle proyectos específicos y que él los apoyaría. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos con esta forma de dar recursos al ITEI. ¿Por qué? Porque se supone que el ITEI es un “Organismo Público Autónomo”, que por mandato constitucional debe tener autonomía operativa, de gestión y de decisión, y que la Ley de Transparencia de Jalisco ordena que el ITEI contará con los recursos humanos, económicos y materiales para el ejercicio de sus funciones. No nos confundamos, el Gobernador no debe decidir en que sí o en que no invertir en transparencia, eso lo tiene que decidir el órgano encargado de la transparencia en Jalisco, el ITEI. Lo digo de nueva cuenta: el Gobernador del Estado tiene una oportunidad de oro para demostrarnos a los Jaliscienses que sí está comprometido con la transparencia, no solamente en el discurso, sino en los hechos, debe otorgar una ampliación presupuestal para el ITEI, pero otorgarla ya y sin condiciones, porque ya se tardó.
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