Plañidera de México
El cuestionado ejecutivo de México quiere que todos lloren con él la muerte de su amigo. Allá él, que pactó, aceptó o configuró conjuntamente las condiciones para los negocios que salen mejor gracias al poder que otorgan los mandos sobre una de las petroleras más poderosas del mundo. La parte de las ganancias se comparten entre pocos lo que no sucede con la otra lateralidad del asunto; las consecuencias, secuelas, lo sucio y amargo. Esto lo soporta la base social.
El melodramático Calderón ensalza triunfos que solamente los activos de su camarada contabilizaron. Cuál héroe que se la rifó por el país ni qué ocho cuartos. Ambición desmedida, derecho a burlar la ley. Ese es el estilo Mouriño –Calderón-PAN-PRI- 3/4 de PRD, etcétera. ¡México es dinero! Comenta hoy Julio Hernández en su columna.
Si los movimientos sociales no pudieron hacer mella en esta pareja delincuencial, el destino, certero y enigmático (tiene también sus causas o razones) terminó parcialmente en una sola mano con este peligro para México. Lástima por las víctimas inocentes.
Los meros capos del crimen han de estar de plácemes con la fuerza bruta que les achacan. Los cárteles mexicanos disponen de tecnología para derribar cuanto avión se les antoje, así sea el de otro capo del gobierno. Qué tal. En realidad no se trata de ciencia ficción, sino de un dispositivo más de la era digital.
Atribuirles tal poder sin tener los elementos totalmente recabados para sustentarlo, puede dar pie a que entre en acción un poder, ese sí, mucho muy superior al de los cárteles mexicanos juntos. La primera vez que intervino esa fuerza bruta, dizque para únicamente proteger sus intereses, le costó al país más de la mitad de su territorio. La segunda, pagó con su vida un presidente y el ogro aseguró el petróleo. De tal suerte que todo aquello que provoque intervención se convierte en magro negocio para los que llegan a “poner orden”. ¿Les gusta todavía la Baja California y el Istmo de Tehuantepec, donde por cierto la familia Mouriño tiene inversiones en generadores eólicos?
Los “veneros del diablo” escriturados, por cierto, han costado muchísimas vidas, desde humildes, hasta prominentes. Lo acontecido con el vuelo fatal de la noche de San Carlos, tiene visos de accidente porque así están de peligrosas todas las vías de comunicación en este país. Las carreteras ya no garantizan la seguridad de nadie, según lo vemos todos los días con el número de accidentes fatales. No tenemos ferrocarriles y por tanto se saturan las dos únicas alternativas: autopistas o el aire. (El mar es sub-utilizado) Es un México que ha cambiado asombrosamente en lo demográfico y en la cultura que se degradado en muchas culturas. Sin embargo, no ha surgido nada capaz siquiera de mantener la infraestructura, mucho menos incrementarla.
Argumento que se trató de un accidente después de reflexionar sobre los datos que proporcionó un piloto, quien precisamente se centra en el peligro que implica sobrevolar el espacio de la capital de la República, donde además se paga una suma extra a los pilotos por la misma razón: es más riesgoso que otros.
Si la nave fue derribada por la voluntad de alguien, no creo que haya sido algún mafioso o clan de mafiosos comunes, sino otra clase de organización que opera más al norte. Ésos sí que son capaces de derribar toda la flota aérea con tal de no perderse el banquete de los codiciados yacimientos.
La historia los tiene retratados de cuerpo entero mientras asfixiaban las instituciones por medio de crímenes y sobornos. Les urge intervenir con el ardid troyano del Plan Mérida, la seguridad y las hilachas de la bandera que nos dejaron, aunque al sonriente Obama le salga el tiro por la culata de su anhelada era de justicia social o a lo mejor esconde los ases.
En lugar de hacerla de “lagrimita”, el presidente de los que se la creyeron, debiera pensar en lo que le sucedió a Madero, primero ayudado y enseguida derribado por las fuerzas del dinero, turbulencias que pueden acabar con todo, hasta con los que mueven tales remolinos. Si tiene algún indicio que le oriente en ese sentido más vale que se baje de su vitrina de muñeco llorón y de una vez por todas se ponga del lado del pueblo, (entiéndase pueblo a la gente, no a los privilegiados) al menos para que se prolongue más el inminente naufragio de su paupérrimo gobierno.
Esto hace más importante aún la exactitud y rapidez de las pesquisas para encontrar las causas en una forma fehaciente.
martes, 11 de noviembre de 2008
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