jueves, 18 de diciembre de 2008
Francisco López Villalobos
Estimado Lic. Leonardo Schwebel Esquivel Una cosa son los dichos, y otra cosa son los hechos. Me llaman mucho la atención un par de eventos que tuvieron lugar en la semana. El pasado lunes aparece el Gobernador Emilio González en una conferencia de prensa en la que presenta el “Tablero de Proyectos Clave”, que en sus palabras, es un proyecto para impulsar la transparencia en la gestión pública mediante la publicación de los objetivos de diversos proyectos en dicho tablero electrónico. El mismo lunes, aparece una nota en un periódico en la que el presidente del ITEI, Augusto Valencia, advirtió que en el Instituto de Transparencia están estudiando la posibilidad de vender algunos autos oficiales e incluso parte del mobiliario, con la finalidad de allegarse recursos económicos para solventar los gastos indispensables para la operación básica de la institución. ¿No parece esto contradictorio y vergonzoso? Déjenme ver si entendí bien: por un lado, aparece el Gobernador del Estado presumiendo los logros de su gobierno en materia de transparencia, diciendo que antes de su programa “Tablero Electrónico” la cultura política en México era la de oscurantismo, en donde las decisiones políticas se tomaban de acuerdo al parecer del gobernante en turno y en donde no se rendía cuentas; por otro lado, el presidente del organismo encargado de implementar la política pública de transparencia y garantizar el acceso a la información en la entidad, tiene que salir a malbaratar el patrimonio de la institución solo para permanecer abiertos, debido a que ni en el proyecto de presupuesto que el Ejecutivo Estatal envió al Congreso para su aprobación, ni en las modificaciones que el Congreso le hizo a la propuesta enviada por el ejecutivo, le asignaron el presupuesto necesario al ITEI para que pueda desempeñar sus funciones con normalidad. No nos confundamos, una cosa es el discurso y otra cosa son las acciones, Una cosa son los dichos, y otra muy diferente son los hechos. Si en verdad el Gobernador del Estado quisiera impulsar la transparencia en Jalisco, le daría contenido sustantivo y tangible a su discurso de transparencia, en lugar de asfixiar al ITEI con un presupuesto insuficiente. Sin embargo, la sociedad no se está quedando callada, cada vez son más las manifestaciones de rechazo a la política de transparencia del Ejecutivo y a la forma en que el congreso distribuyó el presupuesto en detrimento del derecho fundamental que tenemos de acceder a la información pública. Cada vez son más personas las que se sienten ofendidas por el golpe que se le está dando al ITEI. El miércoles en una entrevista de radio que le hicieron al presidente del Instituto de Transparencia, un radioescucha le ofreció unas oficinas al ITEI sin costo alguno para que puedan seguir trabajando, y el día de hoy, en otra entrevista de radio, una estudiante dijo que está iniciando un movimiento ciudadano porque quiere apoyar al ITEI. Son muchos los ciudadanos que como yo, ya estamos cansados de que las decisiones en la política de Jalisco se tomen unilateralmente, y no nos vamos a quedar callados, es preciso que nos hagamos escuchar y encontrar la manera de elevar el costo a nuestros políticos de tomar este tipo de decisiones, para que la opción menos costosa para ellos sea hacer bien su trabajo y ver a favor de los derechos ciudadanos. Ahora bien, vamos a verle el lado positivo al asunto, el Gobernador Emilio González tiene una oportunidad de oro para demostrarnos a los jaliscienses que realmente está comprometido con la transparencia, puede asignar una ampliación presupuestal al Instituto de Transparencia, pero asignarla de inmediato, porque los ciudadanos no podemos estar con la incertidumbre sobre la apertura del ITEI el año que viene o no, o si se va a garantizar nuestro derecho fundamental de acceso a la información pública o no.
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