miércoles, 3 de septiembre de 2008
haydee gómez
Después de varios meses lejos de mi país y mi centro universitario, regreso para encontrarme a una Universidad dividida e inmersa en cambios drásticos, cambios que reflejan las formas diversas de actuar del Señor Carlos Briseño, que ha caido en cotradicciones y ha dado una imagen casi obsesiva por regresar al puesto de Rector, que para muchos significa “Poder”. Recuerdo que otrora cuando hacía mis trámites de ingreso, mis compañeros de trabajo mencionaban irónicamente que estudiaría en la Universidad Padilla, haciendo referencia a nuestra Alma Máter, la Universidad de Guadalajara que era dirigida por Raúl Padilla y muchas otras personas con el mismo apeído (desconozco hasta la actualidad si son familiares o es coincidencia).Existe la FIL, Zapopum, CCU, Auditorio Metropolitano (perdon… TELMEX), etc.No estoy en contra del Sr. Padilla, pues fué gracias a su gestión que estas empresas dedicadas a la cultura existen y la amplia red universitaria, pero tampoco es un santo de mi devoción. Del Señor Briseño no puedo decir tanto, pues su gestión apenas iniciaba cuando dejé el país, pero el apoyo “moral” dado a nuestro sabio gobernador al entregar una millonada a la iglesia para construir un santuario; me dejó pensando bastante… y justo después se invita al gobernador y al… cardenal a presenciar el informe en el paraninfo y creo que hasta llegó a opinar el mismo… ¿Dónde quedó la laicisidad de nuestro sistema educativo? Tampoco se le oyó decir nada cuando se pidió el referendum por el incremento al transporte público.Nuestro Ex Rector sigue dando batalla, cualquiera en su lugar lo haría, esta bien el pedir una auditoría para la casa de estudios y una mayor inmersión del gobierno con respecto a lo que se hace en la Universidad al ser una institución pública, pero involucrar fines personales y políticos no es ético y lo encuentro muy mezquino.Quizá es su actuar tan visceral y autoritaria lo que ha traido como consecuencia la reunión del Consejo Universitario y por ende su destitución, el contradecirse al hablar (Sobre Raúl Padilla y FEG), al contrariar los reglamentos y dar largas para entregar un presupuesto que es anual, el usar recursos para fines personales (pero díganme que mandatarios de cualquier institución no lo hace). Desde hace años hacen falta más espacios para la carrera de medicina, más preparatorias o inclusive hacer mejoras en las ya existentes, y en muchas administraciones no se ha hecho nada al respecto, claro tenemos nuestros centros universitarios en todo Jalisco, pero todos sabemos que no es suficiente, lo que es claro que más allá de estas personas que pelean por un puesto y realizan actos bajo los reglamentos, somos los estudiantes quienes damos vida y mantenemos a esta institución. A mi padre le tocó vivir un tiempo en que la violencia imperaba entre los universitarios, me dijo que se parecen mucho las cosas a lo que había sucedido, solo le pide a Dios que a mí no me toque vivir tal pesadilla. Todo apunta a que se necesita un cambio integral, limpio y sin fines ocultos (Ni Padilla ni Briseño o sus anexos), un cambio que beneficie a los estudiantes y docentes de todo aquello que conforma a la U de G y si todo lo que sucede forma parte de dicho cambio, habrá que seguir de frente y siempre hacer escuchar nuestra opinión aun que a veces nos hagan callar.Yo creo en mi Universidad, y confío que las cosas se solucionarán, pues es primero mi voluntad como estudiante y ciudadana el salir adelante, y puedo asegurar que es la misma voluntad de los cientos de miles de personas que formamos a la Universidad de Guadalajara, quienes esperamos una pronta solucion, ¿qué solución? La que sea mejor para todos nosotros.
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