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Periodismo Multimedia Independiente

lunes, 10 de diciembre de 2007

Carlos Riojas

Estimado Leonardo, te mando este mensaje, debo confesar que por cuestiones de tiempo no lo he leído, pero probablemente resultará de tu interés dado los comentarios vertidos esta mañana en tu espacio noticioso.

te sumas a esta declaración sólo envía un mensaje a esta direccióndeclaracion.periodistas@gmail.com y agrega tu nombre completo, el medio y el estado en que trabajas.Reenvíalo a la mayor cantidad de colegas que puedasDeclaración nacional de periodistas en el defensa de su profesión y encontra de la pederastia y pornografía infantil A la Suprema Corte de Justicia de la NaciónAl Procurador General de la RepúblicaAl Presidente de MéxicoA la LX Legislatura de la Cámara de DiputadosA la LX Legislatura del Senado de la RepúblicaAl presidente de la Comisión Nacional de Derechos HumanosA las instancias internacionales que defienden la labor periodísticaA las instancias internacionales que defienden los derechos humanosCon su resolución en el caso de la Facultad de Investigación 2/2006 (conocido como Cacho-Marín), la Suprema Corte de Justicia de la Naciónha sentado un aciago precedente: ha convertido a los periodistas encarne de cañón y, de facto, a la pederastia en una "irregularidadmenor".Los abajo firmantes consideramos que en las pesquisas de la comisiónencabezada por el ministro Juan. N. Silva Meza hay elementossuficientes para evidenciar que, en complicidad, el poder económico y el político violaron derechos fundamentales consagrados en laConstitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los códigospenales federal y de los estados del país.Desde el máximo tribunal de la nación se ha abierto la puerta a los atentados contra la labor periodística, la búsqueda de la verdad y elejercicio de nuestro oficio. Los periodistas hemos quedado sin defensaante quienes buscan acallarnos.Asimismo, se ha otorgado un aval de impunidad a las redes de pederastia y pornografía infantil. Nuestros hijos están ahoraindefensos.Condenamos en particular los argumentos expresados por el ministroSegio Salvador Aguirre Anguiano, durante las siete sesiones que llevó a cabo el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre elcaso.Como quedó registrado, para Segio Salvador Aguirre Anguiano "latortura no es más que un procedimiento ilegal, pero no se puede desconocer que a través de ella se puede llegar a la verdad".Esta declaración no enarbola la defensa de Lydia María Cacho Ribeiro,sino de la libertad de los comunicadores y la condena a la pederastiay a la pornografía infantil. Quienes abajo firmamos lo hacemos como personas que nos dedicamos alperiodismo, no en representación de los medios de comunicación en quelaboramos.Exigimos que en los votos particulares que emitirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el engrose del expediente de la Facultad deInvestigación 2/2006, se señale al menos a los funcionarios queparticiparon en las "violaciones leves" y que la Procuraduría General de la República inicie procesos penales en su contra; no está demásdecir que en este caso el llamado no se hace a la Procuraduría Generalde Justicia del estado de Puebla, pues en esa instancia no confiamos.Asimismo, demandamos que la Cámara de Diputados, sin demora y sinsimulaciones, analice las tres demandas de juicio político y una dedesafuero que hay contra Mario Plutarco Marín Torres, gobernador delestado de Puebla. Es además urgente que los legisladores modifiquen las leyes penales yla Ley Federal de Responsabilidad de los Servidores Públicos, así comoel Artículo 97 de la Constitución, para superar las fallas queevidenció este caso. PueblaA LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓNAL PRESIDENTE FELIPE CALDERÓNAL PROCURADOR EDUARDO MEDINA MORAAL CONGRESO DE LA UNIÓNA LAS Y LOS CIUDADANOS MEXICANOS.Nosotras, por una Vida Libre de Violencia, nos sumamos a laindignación ante la vergonzante determinación de la Suprema Corte deJusticia de la Nación con relación al caso de la violación degarantías a la Periodista y Activista Lydia Cacho Ribeiro. A través de este documento deseamos establecer contundentemente que:No aceptamos y rechazamos la determinación de la SCJNSi creemos que Mario Marín es culpable de haber concertado accionespara violar las garantías de la periodista y activista Lydia Cacho Si creemos que Mario Marín utilizó a las instituciones del Estado paravengarse de Lydia y "darle un coscorrón"Si creemos que la SCJN se ha sumado a la red de complicidades paraproteger a las organizaciones criminales que lucran con la vida y la integridad de los y las niñasNo aceptamos que esta determinación sea representativa de las y losaquí firmantes.Por ello manifestamos nuestro repudio a las Instituciones del EstadoMexicano que han flagrantemente aceptado que dan prioridad a las negociaciones políticas sobre la Justicia y la Defensa de los DerechosHumanos de las y los mexicanos.Nosotras, ciudadanas y activistas, refrendamos que seguiremostrabajando por la Paz, para erradicar la Impunidad y en la construcción de la Patria que creemos merecer.Alicia Leal, Monterrey, N. L.leal.alicia@gmail.comEl Programa Universitario de Estudios de Géneroinvita a la presentación del documentalLos demonios del Edén(Alejandra Islas, 2007)Ponente:Rotmi EncisoComentarista:Lucía Melgar Palacios Vienes 7 de diciembre 200712:00 a 14:00 hrs.Sala de juntas del 5 pisoTorre II de HumanidadesEntrada LibreInformaciónwww.pueg.unam.mx www.losdemoniosdeledendoc.blogspot.com Claudia Ivonne Guerrero SalinasAsistente Académica Coordinación de Investigación y ProyectosAcadémicospueg_investigacion@yahoo.comPrograma Universitario deEstudios de GéneroTorre II de Humanidades, piso 7,CircuitoInteriorCiudad Universitaria, México, D.F.04510Tel . 56 23 00 20 al22Fax 56 23 00 19 www.pueg.unam.mx BOLETÍN DE PRENSALas organizaciones firmantes, promotoras de la campaña contra la explotación sexual comercial infantil "¡Simplemente no lo aceptamos!",hacemos entrega de 2600 firmas que recabamos el pasado viernes 30 denoviembre a las puertas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la que ciudadanas y ciudadanos protestaron enérgicamente por elfallo de esta instancia ante el caso de Lydia Cacho y el gobernador dePuebla, Mario Marín.Nos manifestamos en este sentido por las siguientes razones: 1.- Se presentaron argumentos puestos en cuestión, como la afirmaciónde que Lydia Cacho aseguró a representantes de la Comisión de DerechosHumanos de Puebla, que no había sufrido maltrato en el trayecto de Cancún a Puebla. Algunos de nosotros previamente tuvimos conocimientode las presiones de las que fue objeto la periodista por estainstancia y de su negación a aceptarlas.2.- La tortura psicológica de la que fue objeto Cacho es, conforme a los tratados internacionales, una violación grave de derechos humanos.3.- Seis magistrados: Margarita Beatriz Luna Ramos, Sergio VallsHernández, Ortiz Mayagoitia, Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuelay Olga Sánchez Cordero, recurrieron a "consideraciones técnicas", bajoel argumento de que "la Corte debe resolver todos los asuntos conestricto apego a derecho", pero con ello beneficiaron a quien, a través del abuso del poder, violó la ley, afectó el sentido de lasinstituciones del Estado responsables de la procuración y laadministración de justicia y, con ello, traicionó valoresfundamentales de la democracia. 4.- Por otro lado, cuatro magistrados encontraron elementos claros deviolaciones graves a las garantías individuales de la escritora.5.- El curso del proceso envió un claro mensaje de impunidad a quienes se benefician de la explotación sexual comercial infantil de niñas,niños y adolescentes y una fuerte advertencia de peligro para quienesestarían dispuestos a defenderlos. Por tanto, deja en condiciones demayor vulnerabilidad a las víctimas de este flagelo y a la infancia en riesgo.Es por ello que consideramos que los magistrados antes citados notuvieron como prioridad contribuir a la justicia, a pesar de suimportante responsabilidad al respecto y¡Simplemente, no lo aceptamos! Si bien los mexicanos hemos optado por la legalidad, consideramospertinente que renuncien.Infancia Común, Católicas por el Derecho a Decidir, ProgramaUniversitario de Estudios de Género, Red por los Derechos de la Infancia en México, Ririki Intervención Social, Centro "Fray JuliánGarcés" Derechos Humanos y Desarrollo, Semillas,'Autogolpe'Denise Dresser3 Dic. 07Hay golpes en la vida, tan fuertes. Golpes como del odio de Dios, escribía César Vallejo. Golpes como los que seis ministros de laSuprema Corte acaban de propinarle al país. Heridas como la que elmáximo tribunal acaba de infligirse a sí mismo al declarar que lasviolaciones a las garantías individuales de Lydia Cacho fueron inexistentes o poco graves. Al sugerir que la última instancia a laque un ciudadano puede recurrir no funciona para él o para ella. Altransformar el sufrimiento de niños y niñas víctimas de la pederastiaen una anécdota más. Al convertir su veredicto en confabulario de gobiernos corruptos, empresarios inmorales, criminales organizados. Yasí como un agente judicial le dijo a Lydia Cacho durantesu "secuestro legal": "Qué derechos ni qué chingados", la Suprema Corte acaba de decirle lo mismo a los habitantes del país. Ustedes yyo, desamparados por quienes deberían proteger nuestros derechos, perohan decidido que no les corresponde velar por ellos.Al votar como lo ha hecho, la mayoría de los ministros acaba de darle una estocada a la Corte de la que tomará años en recuperarse, si esque alguna vez logra hacerlo. Porque su resolución va a ocupar unlugar deshonroso en la historia constitucional de México, similar alque ocupa el caso Dred Scott en la historia constitucional de Estados Unidos. Ese caso en el que la Corte intentó imponer una soluciónjudicial a un problema político; ese caso del año 1856 en el cualdeclaró -también "conforme a derecho"- que la esclavitud teníafundamento legal y que como Dred Scott era un esclavo, carecía de derechos y la Corte no tenía jurisdicción para intervenir en su favor.Ese caso que hasta el día de hoy se considera una mancha imborrable,una vergüenza compartida, una herida autoinfligida.Sablazo similar al que producen los seis ministros que se vanaglorian de empatía y sensibilidad, pero en sus argumentos públicos no lasdemuestran. Ingenuos o cínicos cuando sugieren que su resolución noderiva en impunidad y que "otras instituciones" podrían investigar el caso, a sabiendas de que llegó a sus recintos precisamente porque esojamás iba a ocurrir. Contradictorios o deshonestos cuando desechan elcaso argumentando que la grabación telefónica entre Kamel Nacif yMario Marín no tiene valor probatorio alguno, e ignoran la investigación exhaustiva de mil 251 páginas que confirma su contenido.Insensibles o autistas cuando optan por descartar los 377 expedientesrelacionados con delitos sexuales cometidos contra menores. Cómplicesinvoluntarios o activos cuando afirman actuar en función del "interéssuperior" y éste resulta coincidir con los intereses del gobernador ysus amigos. Representantes del peor tipo de paternalismo cuandodeclaran -en un comunicado lamentable- que sus sofisticadas decisionesno resultan de "fácil comprensión" para grupos muy numerosos de lasociedad.Seis ministros acaban de destruir la magnífica ilusión -alimentada por su actuación ante la Ley Televisa- de que la Corte opera en un planomoral superior a la mayoría de los mexicanos y se aboca a defenderlos.Cómo creer que han puesto "lo mejor de sí mismos para servircorrectamente al país" si allí están las carcajadas del ministro Ortiz Mayagoitia. Las descalificaciones del ministro Aguirre. Los vaivenesargumentativos de Olga Sánchez Cordero. La relativización de latortura avalada por Mariano Azuela porque el caso de Lydia Cacho nofue "excepcional" o "extraordinario". El consenso de todos ellos en cuanto a que quizás hubo violaciones pero fueron menores, no graves,resarcibles, quizás indebidas pero no meritorias de la atención de laCorte. O como lo preguntó el ministro Aguirre: "Si a miles de personas las torturan en este país. ¿De qué se queja la señora? ¿Qué la hacediferente o más importante para distraer a la Corte en un casoindividual?"Quizás sólo quede demostrada alguna vez la violación de garantías individuales en México cuando a la esposa de algún ministro latrasladen sin el debido due process durante 23 horas de un estado aotro. Cuando a la madre de algún juez le digan que sólo le darán decomer si le hace sexo oral a los agentes judiciales que la han secuestrado. Cuando a la hermana de algún magistrado importante lemetan una pistola a la boca y le susurren al oído "tan buena y tanpendeja; pa' qué te metes con el jefe ... va a acabar contigo". Cuando a la hija de algún abogado le cobren una fianza excesiva para dejarlasalir de la cárcel o amenacen con violarla allí o la sometan aentrevistas intimidatorias o un gobernador le dé un buen "coscorrón". Cuando a la nuera de algún político le digan sus torturadores "Ten tumedicina aquí ... un jarabito, quieres?", mientras se soban losgenitales. Cuando a la nieta de alguna procuradora la viole unpederasta protegido por un "Estado de derecho" puesto al servicio de los poderosos que casi siempre ganan. Cuando alguno de ellos -lamentablemente- sea víctima de un sistema judicial podrido y noantes. Sólo así.Y bueno, la Suprema Corte se pega a sí misma, pero el peor golpe se lo da a la nación al demostrar cuán lejos está de ser un garante agresivoe independiente de los derechos constitucionales. Cuán lejos seencuentra de entender el maltrato sistemático de millones de mexicanosvejados por el sistema judicial y aplastados por las alianzas inconfesables del sistema político. Así como Kamel Nacif llama "pinchevieja" a Lydia Cacho", la mayoría de la Suprema Corte acaba dellamarnos "pinches ciudadanos" a ustedes y a mí. Acaba de mandar el mensaje de que no la molestemos con asuntos tan poco importantes comola defensa de las garantías individuales, porque está demasiadoocupada validando los intereses de empresarios poderosos y sus aliadosen otras ramas del gobierno. Quizás por ello en el libro Memorias de una infamia, Lydia Cachoescribe: "Mi país me da pena. Lloro por mí y por quienes tienen poderpara cambiarlo pero eligen perpetuar el statu quo". Y lloramos contigo Lydia -nuestra Lydia- pero rehusamos rendirnos aunque seis ministrosde la Corte lo hayan hecho. Porque tienes razón: México es más que unpuñado de gobernantes corruptos, de empresarios inmorales, decriminales organizados, de jueces autistas. México es el país de quienes luchan terca e incansablemente por devolverle un pedacito desu dignidad. Y aunque la Corte rehúse asumir el papel que lecorresponde ante esta causa común, hay muchos ciudadanos que compartenla convicción -junto con el ministro Juan Silva Meza- "de que en un Estado constitucional y democrático, la impunidad no tiene cabida". --La tiranía de la belleza es más compleja, es el poder en su forma máscruel, el abuso. Y todos podemos llegar a convertirnos en unostiranos.

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